SWEET HOME, OREGON.

Papá: Carmen, te tienes que ir acostumbrando a cerrar la sesión del correo cuando estés fuera.

Carmen: Voy.. Un momento. Me ha llegado un correo... ¡NO PUEDE SER!

El 27 de febrero, por casualidad y sin esperarlo, veo en la bandeja de entrada de mi email un correo extraño. Host family/Exchange student es el título. Todos nos quedamos en silencio...Temblando y sin darme mucha cuenta de lo que estaba ocurriendo, lo abrí, y lo primero que vi fue: Bend, Oregon. En ese momento me di cuenta que ya no era huérfana, ¡¡ una familia me había escogido!!
 

Mi cara fue un poco así.

  Lo primero que leí fue : Bend, Oregon. Fui corriendo a contárselo a mi madre que, aunque muy emocionada, se alegraba mucho de la noticia. En realidad, todos estábamos muy contentos, por supuesto yo mucho más nerviosas que los demás, como siempre. Corrí a decírselo a mis compañeros de beca: ¡ Ya tengo familia, en Bend, Oregon! Woow, qué bien sonaba... La verdad es que la espera es muy dura... Así que les mando muchos muchos ánimos y paciencia a mis Amanciers porque lo bueno se hace esperar. También me enteré que una chica  de Mallorca, Claudia, iba a ser mi vecina durante mi año en Bend. Estoy segura de que nos lo vamos a pasar genial.

Un poco más calmada, leí letra a letra lo que ponía en el email. La familia son los Bolken y está formada por la madre, Sydney, el padre Trygve y Mathilda, la que será mi host sister, de seis años. En el primer email me dijeron que serían mi host family durante mi año en Bend, que estaban encantados de poder ofrecerme una familia que me va a cuidar y con la que viviré grandes aventuras. La famila vive en una casa preciosa de dos plantas en la calle de al lado del High School al que asistiré, el Trinity Lutheran School. A primeras me dio un poco de miedo que el colegio fuera privado y de una religión un poco distinta a la mía, pero Marta, una chica a me dijo que su hermana, Patricia,  estaba en el  colegio y se lo estaba pasando genial, que había tenido mucha suerte. La verdad es que enseguida pensé que había tenido mucha suerte y que lo de la religión daba igual, así aprendía más cosas.

Tiene una escolanía increíble a la que tengo clarísimo que quiero apuntarme. Hay muchos clubs como golf, horse riding, basketball, solar car.. A lo mejor no es el típico instituto americano, pero para mí es el ideal. Los de la beca han acertado totalmente.

Lo mejor de todo es la familia. En cuanto amaneció en Bend y vieron mi correo, me pidieron hacer Skype y acepté encantada. La definición es que son GENIALES. Me explicaron un poco de su vida allí y que iríamos a Los Ángeles, California, al parque Disney dos semanas para celebrar mi cumple y el de Mathilda. En ese momento no sabía si echarme a llorar de alegría o qué. También me explicaron que haríamos muchos trips y que había cerca de Bend un montón de cosas chulas que ver y hacer: lagos, montañas,... Me han mandado fotos de la familia, la casa del lago, la finca del abuelo Olaf ( que tiene caballos, y me encanta), Mathilda nadando, en la nieve...

Ya hemos hecho Skype dos veces y repetiremos este fin de semana, y la verdad es que pienso que son la mejor familia que me podía tocar, ya que se parece mucho a la mía aquí, se les ve con muchas ganas, y creo que me van a hacer mi estancia allí más agradables. Sobretodo espero que me ayuden en mis momentos de homesickness y que me ayuden a recordar la increíble experiencia que estoy viviendo.

 Y muchísimas gracias una vez más a mi familia, la de verdad, por apoyarme con todo y quererme siempre. Sé que va a ser muy duro, pero podemos con ello.

TRAS UNA LARGA ESPERA...(II)

Hay momentos en la vida en los que tienes que elegir qué hacer : quedarte tranquilamente a mirar cómo el mundo avanza y tú te quedas atrás, o seguir adelante con él y aprovechar cada minuto de tu vida para hacerla lo más especial posible. Eso es lo que hice yo, buscar las pocas probabilidades que tenía de pasar la prueba y cumplir mi sueño y aferrarme a ellas como si no hubiera nada más. No me quedaba otra opción, tenía que bordar la entrevista y dejar con la boca abierta a los entrevistadores, para que, después de más de mil entrevistas se acordaran de mí. Esta vez ya no había más oportunidades, era un ahora nunca y no pensaba fallar.

Nada más recibir la noticia de que había pasado la primera prueba, mi cabeza  comenzó a darle vueltas al topic sobre el que trataría mi entrevista. Y, ¿cómo impresionar más a los entrevistadores que convirtiéndome en una nueva persona? Así que, desde el día que decidí sobre qué iba a  hablar, me convertí en Sadia, una chica de nacionalidad india víctima del matrimonio infantil. La verdad es que es increíble la situación que viven estas niñas cada día al otro lado del mundo mientras nosotros nos quejamos de la cantidad de exámenes que tenemos. Lo vemos tan lejos de nosotros que no nos acordamos de que la historia de Sadia y mil más se repiten todos los días y no hacemos nada para impedirlo. Ellas no tienen oportunidades de escapar de su situación, así que me pareció un acto bonito  dedicarles los tres minutos de mi entrevista, con la que  podía conseguir la oportunidad más grande de mi vida.

 Porque en nuestro mundo si no nos construimos nosotros nuestras propias oportunidades, ¿quién lo va a hacer por nosotros?... Y llegó el día de la entrevista, tras una preciosa Navidad que pasé entre fiestas y ensayos. El doce de enero a las seis  estaba colocada ya delante del ordenador esperando la llamada de skype de becasusa09. Cuarenta minutos más tarde comenzó mi entrevista. Nada más empezar solté los tres minutos de exposición muy tranquila, sin interrupción, y creo que colándome un poco con el tiempo. A partir de ahí comenzaba realmente la entrevista. Delante mía había dos chicas, una más joven, que era la que me hizo la mayoría de las prguntas, y otra algo mayor que escuchaba. Lo primero que me preguntaron fue :¿ Estás nerviosa?

Y tan nerviosa que estaba que no me salían ni las palabras, pero, cuando me preguntaron por qué automáticamente, aunque con voz temblorosa le dije : Por que me estoy jugando conseguir el mejor año de mi vida.

Pienso que estaba tan nerviosa que hablé demasiado, todo lo que se me pasaba por la cabeza lo decía.¿ Hasta les pregunté si no se habían confundido de Carmen!  A lo mejor fui demasiado sincera con algunas cosas pero creo que si me hubiera callado y ceñido a contestar lo que me preguntaban se abrían aburrido y nunca me hubieran cogido. Les gustó y sorprendió mucho el tema de mi interview. El hecho de comenzar con un "Hi, my name is Sadia and I was a child and a wife" no creo que les haya ocurrido mucho. Me hicieron preguntas( en español, menos mal) sobre por qué había elegido el topic, por qué quería estudiar un año en el extranjero, si me importaba vivir en el rincón más pequeño del mundo o con una familia homosexual o de otra religión... Creo que lo que más resume mi respuesta a esa pregunta fue : Cuanto más distinta sea mi situación de lo que tengo en España, más podré aprender. Luego pasaron a preguntar cosas sobre mi vida, mi familia...  

No quiero enrollarme más que si no esto no va a acabar nunca.. Pero si tengo que decir algo sobre la entrevista es que para mí fue una experiencia increíble, que me lo pasé muy bien, aunque estaba muy nerviosa y que aprendí muchas cosas sobre mí misma. Ojalá las hayan grabado y nos las pasen algún día...

Pasaron dos semanas hasta el día en el que debían salir los resultados. Creo que han sido las dos semana más angustiantes de mi vida. Al principio estaba tranquila, no pasaba nada si no me cogían. De hecho yo al principio no eché solicitud porque quería irme un año fuera, sino porque quería demostrarme a mí misma si era capaz de convertirme en una de las 210 entre 8000 que se presentaban. Fue una semana de dudas, miedos, inseguridades... Si me cogían, ¿qué haría? Un año es demasiado. Si no me cogía decepcionaría a los que confiaban en mi y estaban seguros de que pasaría... A pesar de todo estaban mi familia y amigos que me apoyaban en todo momento.

Llegó el 26 de enero, día de los resultados y fue todo como muy lento. El día fue interminable y en un momento dado rompí a llorar porque no aguantaba más. Tenía que llegar a casa corriendo y enterarme de qué había pasado ya que las listas salía a las 12 y yo acababa el colegio a las 2'30. en octubre cuando me presenté, mi padre me dijo de broma que si me cogían estaría esperándome en la puerta del colegio con una bandera de USA en la puerta, pero claro imposible que eso ocurriera, era una oportunidad entre un millón. Imaginaos mi cara cuando al salir veo a mis padre con una bandera de Estados Unidos en la puerta y lágrimas en los ojos. En ese momento se me acumularon todas las emociones posibles en mi cabeza y no podía para de llorar. Tras el inmenso abrazo y felicitación de mis padres todas mis amigas, que se habían quedado esperando en la puerta, me empezaron a abrazar, a saltar a felicitarme. Apenas me daba cuenta que lo que me acababan de decir cambiaría mi vida por completo. Y puede que siga sin querer darme cuenta...

Sin más rodeos quiero agradecer a todas las personas que han estado a mi lado todo este tiempo : A la Fundación Amancio Ortega por esta oportunidad y por habernos tratado tan bien; a mis compis de vuelta a casa por escucharme todos los día durante dos meses hablar de la beca ( Vito, Tomy, Pauli, María, Marina, mi hermana); a los que han estado escuchando mi exposición una y otra vez para que estuviera más segura ( especialmente a Rosa y Margui); a mis profesores que me han ayudado con la entrevista, sobre todo a la Teacher que estuvo las Navidades recibiendo correos míos sobre mi topic y que me ayudó mucho; a María y Nuria por haber compartido todo el proceso conmigo; a todos y cada uno de mis compañeros de clase que se han preocupado por mí y que se quedaron en la puerta conmigo para felicitarme ( Lauri, Ana, Isa, Lusy, Gloria, Marta, Sonia, Ale, Mari, Vero, Maríaz, Analu, Laura B... y muchísimas más). Os  quiero muchísimo a todas; a los Amanciers/ BK2/ Los nenucos del Amancio/ #Rafablers... Con los que estoy y voy a compartir la mejor experiencia de mi vida y a los que agradezco mucho todo ( Linares capital de España); a mis XIXI QUEEN que son increíbles y que que mala suerte que no hayamos nacido todas juntas en el mismo sitio porque, aunque creáis que es imposible querer a alguien que no conoces, las quiero. Y es que son  todas como yo y puede hablar con ella y expresarme tal y como soy, y como estamos pasando por lo mismo nos comprendemos mucho mejor...

Y lo más importante, a mi familia. Por dejarme vivir una experiencia que va a ser dura para todos y sobre todo para ellos, gracias por esa frases que me hizo entender lo mucho que me queréis :

Yo: ¿ Qué digo si me preguntan qué opina mi familia? Que es duro pero lo entendéis,¿ no?

Mamá: No. No lo entendemos, pero lo hacemos porque te queremos.

Sé que no va a ser duro, sino durísimo. Que va a haber días de llorar y días de reír, que voy a volver como nueva... Pero también sé que con el apoyo incondicional de mi familia puedo hacer de este un año increíble. Porque yo no quiero seguir escuchando la experiencia de la gente, quiero vivir la mía propia. 

Lo que más he escuchado desde que me cogieron es :"Felicidades Carmen" y "Que guay, pero yo no me iría". Bueno, pues yo he decidido arriesgarme y decir que sí, porque ya hay demasiados no en el mundo. ¿Que si tengo miedo? Sí. ¿Que si tengo dudas? También. Pero, ¿qué hacer si se te plantea una oportunidad así? ¿Esquivarla? Pues no. Voy a demostrarme a mí misma que soy capaz de esto y más. 

See you soon.

TRAS UNA LARGA ESPERA...(I)

                
 

Tantas emociones que se agolpan en un mismo instante en tu cabeza, tantos sentimientos que se mezclan. Euforia, miedo a lo que nos espera, alegría, nervios, ansiedad, dudas, emoción, ... Y lo más importante, satisfacción y calma, esa calma que había estado buscando desde hacía ya tres meses y que no lograba encontrar. Pero ya estaba allí, ya lo había logrado y la espera había merecido la pena.

Pensé que ahí comenzaba todo, que desde aquel momento todo sería diferente, pero me equivoqué, la historia comenzó hacía ya tiempo, concretamente una tarde de noviembre, cuando me enteré que ya estaba abierto el plazo de solicitud de la beca de la Fundación Amancio Ortega para cursar un año escolar en USA. Desde hacía un año ya sabía que existía y tenía pensamiento de echarla, pero estaba tan inmersa en el curso, que se me olvidó por completo. Cuando me enteré que quedaban tan solo 7 días para que cerrara el plazo, me puse manos a la obra.

Los requisitos eran:

-- Tener una nota media igual o superior a 7, y una nota en inglés igual o superior a 8.

-- Estudiar actualmente 4º de Eso en un centro educativo en España y tener pasaporte español.

-- No haber estudiado un año académico en el extranjero con anterioridad.

Tras haber entregado toda la documentación correctamente, te asignaban una fecha para el examen. Yo elegí hacerlo un sábado por la tarde a las cuatro, casualmente el último turno. El examen se realizaba en un hotel NH de Sevilla    (mi ciudad), entre los días 20 y 21 de noviembre. Ni tan solo dos semanas para prepararme a un examen que no tenía ni idea de qué iba. Preferí no contárselo a mucha gente, no quería hacerme ilusiones con que me iban a coger porque sabía que era prácticamente imposible. Cuando cerraron el plazo y dijeron la cifra de alumnos que se habían presentado, me puse mucho más nerviosa, aún más de lo que ya estaba : 7.879. ¿¡Cómo?! Imposible. Ahora sí que sí, no tenía apenas oportunidades de pasar.

El día del examen llegó y por más que había intentado prepararme no conseguía estar lo suficientemente segura. ¿Pero cómo prepararte para lo desconocido? Ese día me levante con 40 de fiebre y un dolor de cabeza increíble. ¡Genial! Mi suerte característica me acompañaba una vez más. ¡Gracias karma!

Menos mal que el examen era por la tarde, todavía podía recuperarme. Fui al médico muy temprano y me confirmó lo que ya me temía: Infección de las vías respiratorias altas, resumiendo, un resfriado como un sol de grande. Me mandó unas pastillas y por unas horas los dolores desaparecieron. Creo que estaba tan concentrada en curarme que mejoré bastante rápido.

Tras una mañana de nervios y tos, a las tres y  media más o menos ya estábamos en el hotel, en la cola de una larga fila llena de padres e hijos, cada cual más impaciente. Ya llegó mi turno y un hombre muy simpático me pidió los papeles, el DNI y una firma y pasé a una zona con los demás chicos. En esos momentos paré de pensar y me concentré, con fiebre o sin ella, con un paquete de pañuelitos en la mano y con muchísimos nervios me prometí a mi misma dar lo mejor de mí. Comencé a hablar con dos chicas, aunque no recuerdo sus nombres se que una eligió Canadá y otra Estados  Unidos, y por lo menos la charla nos hizo más amena la espera. Se abren las puertas y salen los que acaban de terminar el examen. Ya nos toca a nosotras. Entre los que salen, está mi amiga Nuria, que como el resto de los que conocía, me dijo que el examen no era difícil, lo que me dio un poquito más de ánimo.


La sala era enorme y el hecho de estar rodeada de tantas personas me agobió mucho más. Lo primero que hicieron fue darnos las instrucciones para hacer el examen. Primero listening (que no repetían), después reading  (relativamente fácil) y el writing para terminar. Las preguntas del listening y del reading eran tipo test y había que señalarlas en una hoja de respuestas aparte. Después llegaba el writing, había que completar una serie de frases y  elegir una de las tres opciones disponibles para tres situaciones distintas. Para acabar, una redacción de tema libre usando una serie de palabras. Yo hablé del voluntariado. Y tras casi cuatro horas de examen ( creo recordar) y mucho estrés llegó la hora de marcharse. Al salir veo que todo el mundo le dice a sus padres :¡ Me ha salido genial!¡Era facilísimo!... Pues o yo soy muy tonta o no se, pero a mi me había salido regular tirando a mal el listening, y estaba segura de que me había confundido al usar un montón de verbos. No era el examen más difícil que había hecho en mi vida ni el más fácil, pero saber lo que me estaba jugando hacía que un pequeño fallo me pareciera un fallo garrafal. En conclusión : no tenía ni idea de cómo me había salido el examen. Sólo quedaba esperar a los resultados.



Los días pasaron muy muy lentos, pero por fin llegó el día de los resultados. Llegué a mi casa y llamé rápidamente a mi padre. ¡ Había pasado! Increíble. No me habría imaginado nunca. Mis amigas María y Nuria, con las que me habría encantado compartir esta experiencia, se alegraron mucho por mí y me ayudaron mucho. Todas mis amigas del colegio, mis profesores y demás se pusieron muy contentos también. A la mayoría aún no se lo había contado pero les dio mucha alegría conocer la noticia. Mi familia me apoyó mucho también aunque a algunos les daba un poco de pena porque veían que estaba a un paso de conseguirlo, y la idea de que me fuera un año por ahí no les hacía mucha gracia, pero aún así siempre supieron estar a mi lado, a pesar de lo histérica que me pude llegar a poner, y demostraron una vez más lo mucho que me quieren.

Ya queda menos...


To be continued...