Hace nueve días comenzaba mi aventura desde Sarria a unos 113 km aprox. de Santiago. Ahora, sentada en mi habitación y echando la vista atrás me doy cuenta lo mucho que me ha servido esta experiencia.
El dolor es temporal, la gloria permanente : Cuando llegaba a la cima,todo el dolor desaparecía de repente y solo había sitio en mi mente para disfrutar lo bonito que era todo a mi alrededor.Al darme la vuelta y ver lo que había subido yo sola, sentía una gran satisfacción personal por no haberme rendido, porque si lo hubiera hecho, nunca hubiera llegado hasta la meta. Seguramente en Estados Unidos también encuentre cuestas que tendré que superar, y siempre deberé recordar que si me rindo antes de llegar al final no podré disfrutar de las maravillosas vistas que hay desde la cima.
Buen camino, Good way, Strada giusta : Por el camino nos encontramos gente de todas parte del mundo que, la mayoría, lo único que sabían decir en Español era Buen Camino. Cada vez que nos encontrábamos con alguien el saludo habitual era este y la verdad es que te alegraba un montón oírlo. También había algunas personas que no te respondían, pero bueno, siempre nos vamos a encontrar con personas así, tanto aquí como en USA. Así que he aprendido que yo siempre tengo que intentar ser lo más abierta posible, hablar con todo el mundo, porque cada persona tiene algo maravilloso por descubrir. Y lo que te hace más sabio en la vida es conocer a cuanta más gente mejor.
Smile, it is the same in all the languages: Antes de ir hemos leído muchas guías sobre qué llevar, cómo prepararnos,... Pero están incompletas. Todas se olvidan de lo más importante : la sonrisa. Siempre hay que llevar dibujada en la cara una sonrisa enorme. Me he encontrado con gente que no entendía para nada, pero solo ha hecho falta una sonrisa para que nos entendamos perfectamente. Este año tengo que tener eso muy muy presente, algo tan sencillo como una sonrisa puede abrir muchas puertas.
Miracles can happen: Para terminar, a pesar de alguna que otra dificultad que parecía imposible arreglar, todo ha salido genial. Parece que al fin y al cabo los milagros sí que existen. Nunca hay que perder la esperanza porque no sabes con qué te puede sorprender el destino al día siguiente.
Quiero dar las gracias a mi familia por aguantarme todo este camino, 24h al día, porque se que ha podido llegar a ser algo desesperante; y por demostrarme que siempre van a estar ahí a pesar de todo y que no se van a olvidar de mí durante este año fuera. Y bueno, como lo que he llegado a sentir con esta aventura no lo puedo explicar con palabras, os dejo que lo descubráis vosotros solos...
Llegada a Santiago. |
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